Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Miedo

Una nueva teoría del todo en psicología: miedo a perder el control

¿Puede un concepto simple ayudarte a manejar tu propio bienestar psicológico?

Los puntos clave

  • Encontrar la explicación a los trastornos psicológicos puede parecer una tarea insuperable.
  • Una investigación sobre la salud mental y los trastornos psicológicos sugiere que el miedo a la pérdida de control puede causarlos.
  • Encontrar tu poder para superar tus miedos a perder el control podría ayudarte a sobrellevar cuando parece que todo está perdido.

¿Cuáles son las cosas que puedes y no puedes controlar? ¿Y cuánto impacto tienen estas cosas en tu sensación general de bienestar? Una nueva teoría de los trastornos psicológicos propone que no se trata solo de lo que puedes controlar, sino también de si temes perder el control. Según Adam Radomsky de la Universidad de Concordia, en un artículo recientemente publicado (2022), "las personas que luchan con una amplia gama de problemas psicológicos informan que les preocupa perder el control sobre una variedad de dominios cognitivos, emocionales, fisiológicos y contextuales" (pág. 1 ).

Piensa en esta idea por un minuto. ¿Alguna vez has sentido que los eventos en tu vida se estaban desarrollando de una manera que no podías detener? Tal vez acabas de recibir malas noticias sobre tu salud, lo que significa que los planes que has estado haciendo para los próximos meses van a tener que cambiar. Este fue un evento fuera de tu control y también lo son los eventos que se derivan de él, como hacer tiempo para visitar a tu proveedor de atención médica, averiguar cómo se verá afectado tu trabajo y ajustar las rutinas de tu familia.

En casos como estos, cuando te enfrentas a una situación nueva e imprevista, la pérdida de control que estás experimentando implica una serie de cuestiones prácticas. Sin embargo, al mismo tiempo, ¿también podrías empezar a temer que comenzarás a preocuparte sin cesar por todos estos cambios en tu vida? ¿Cómo harás frente si todo en lo que puedes pensar es en los peores escenarios que podrían desarrollarse?

El miedo a perder el control en trastornos psicológicos específicos

Radomsky propone que el miedo a la pérdida de control puede ser más dañino psicológicamente que la pérdida real de control, y basa esta propuesta en estudios de casos publicados previamente de individuos con ciertos trastornos psicológicos en los que es esta cualidad la que parece prominente en sus síntomas. Mientras lees estos ejemplos de casos (extraídos del artículo), piensa en las conexiones que se generan entre ellos a partir este miedo a perder el control:

Trastorno de pánico: el estudio de caso 1 se basa en un hombre de 34 años cuyas "interpretaciones erróneas catastróficas sobre la pérdida de control" sobre su cuerpo y su mente lo llevaron a sentir que estaba teniendo un derrame cerebral, por ejemplo, cuando sintió que su corazón comenzaba a latir con gran velocidad. Lo que parecía más destacado en su experiencia no era solo el miedo a morir, sino también a no poder recuperarse de estas sensaciones desagradables. Afortunadamente, al final de la terapia, llegó a apreciar “el control que tenía sin siquiera tratar de usarlo”, una comprensión que descubrió que era la percepción más útil que obtuvo del tratamiento.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): el estudio de caso 2 es una mujer de 42 años que dedica "mucho tiempo y esfuerzo" a tratar de controlar sus pensamientos para poder controlar sus emociones, para evitar perder el control por completo y "haciendo algo terrible". Ella creía que los pensamientos intrusivos y agresivos que experimentaba la llevarían a actuar de acuerdo con estos pensamientos si se volvía demasiado emocional. Su terapia se basó en la teoría cognitiva en la que pudo examinar sus creencias acerca de perder el control de sus pensamientos para que, en última instancia, pudiera repensar sus suposiciones de que no podía controlar esos pensamientos.

Trastorno de ansiedad social: En el caso 3, una mujer no binaria de 27 años de edad se describió a sí misma como necesitada de realizar “grandes esfuerzos para controlar su apariencia y comportamiento” para poder estar “lo suficientemente conectada a tierra” para lidiar con los comentarios críticos que pudiera recibir de los demás. Como señala Radomsky, estas creencias en su miedo a perder el control son, en muchos sentidos, fundamentales para el trastorno de ansiedad social, en el que las personas se imaginan a sí mismas permitiendo que sus emociones las abrumen en situaciones sociales, lo que las lleva a la vergüenza y la humillación.

Trastorno de estrés postraumático (PTSD): Para la víctima de violación de 38 años en el caso 4, fue la “pequeña cantidad de control que tengo sobre mis recuerdos” lo que la llevó a estar “aterrorizada por lo que podría pasar si pierdo eso”. Aunque la terapia la ayudó a reducir la frecuencia de los flashbacks del trauma, debido a que continuó experimentando recuerdos, “los interpretó como evidencia de que ya no tenía control sobre su memoria”.

Cómo se puede esparcir el miedo a perder el control

Como puedes ver en estos estudios de casos, a pesar de que los síntomas de cada uno de los trastornos eran muy diferentes, comparten el elemento de un temor de que alguna combinación de sus sensaciones corporales, pensamientos, emociones o acciones se escapen de ellos. Además, mientras leías estos casos clínicos, ¿algunos de ellos resonaron al menos parcialmente contigo? Tal vez te preocupa atacar a alguien que te molesta. Tal vez has tenido pensamientos que parece que no puedes eliminar. Sin embargo, como señala Radomsky, “es poco probable que la mera ocurrencia de un pensamiento de pérdida de control sea problemática a menos que el individuo le atribuya importancia”.

Otra posibilidad es que el miedo a perder el control sobre pensamientos o emociones no deseadas podría significar el miedo a ser una “persona mala y peligrosa”. Este miedo secundario a perder el control solo puede magnificar el problema.

Saliendo del ámbito de estos miedos primarios y secundarios de pérdida de control, Radomsky aborda a continuación la creencia de que puedes controlar lo incontrolable. Esto siempre es, como él señala, contraproducente. Supongamos que alguien cree que puede controlar el resultado de un evento deportivo al participar en sus comportamientos supersticiosos favoritos, como vestir cierta camisa o sentarse en cierta silla mientras lo ve desde su casa. Este control ilusorio puede parecer divertido si se mantiene dentro de unos límites pero, si adopta la apariencia de la realidad, también puede convertirse en el origen de trastornos como el juego patológico o el TOC, como sugiere Radomsky.

Como se señaló en los casos clínicos, ayudar a las personas a comprender que pueden controlar sus propias reacciones internas puede resultar un factor unificador en la terapia. Sin embargo, para que una teoría sea una teoría de "todo" en psicología, debe incorporar toda la gama de comportamientos de las personas, no solo aquellos que encajan en las categorías de diagnóstico.

Uno de estos conjuntos de comportamientos se refiere a los arrepentimientos comunes que las personas tienen por las acciones que tomaron cuando perdieron el control. Digamos que provocaste una discusión cuando dejaste salir tus sentimientos sin tratar de controlarlos. Como señala Radomsky, puedes ayudarte con la comprensión de que en realidad no perdiste el control, sino que "tomaste decisiones de las que luego te arrepentiste". Incluso puede ser que hayas actuado de esta manera porque estabas literalmente abrumado por lo que estaba sucediendo en ese momento y saltaste a la conclusión equivocada. Podrías aprender de esta experiencia y ser menos apresurado la próxima vez, pero no necesitas comenzar a desarrollar el temor de que el control sobre tu comportamiento es una imposibilidad absoluta.

¿En verdad es una teoría del todo?

Puede que nunca sea posible tener una teoría unificada de todo el comportamiento, y mucho menos de todo el comportamiento involucrado en los trastornos psicológicos. Sin embargo, Radomsky presenta pruebas convincentes de la centralidad de este concepto. Además, este trabajo también puede abrir un camino para futuras investigaciones tanto para comprender el fenómeno, a través de cuestionarios de base empírica, como para aplicar este marco a la práctica clínica.

Debido a que la sensación de control es una parte tan importante de la vida diaria, quizás más de lo que realmente habías considerado antes, tiene sentido que una teoría que examine la relación de las personas con este fenómeno psicológico pueda tener una amplia aplicabilidad. Piensa en lo que puedes y no puedes controlar, y aprende a diferenciarlos. Ese problema de salud recién diagnosticado es un buen ejemplo de un cambio de vida incontrolable.

Luego piensa en cómo reaccionaste a la noticia. ¿Sentiste que tu corazón se aceleraba o tus pensamientos iban a 180 kilómetros por hora mientras contemplabas el impacto de esta condición en tu vida? ¿Estos pensamientos te corroen incluso cuando se supone que te estás divirtiendo? Al controlar estos miedos, podrás abordar la realidad de la situación de manera más competente y efectiva.

En resumen, este estado “transdiagnóstico” de miedo a la pérdida de control podría, en última instancia, demostrar tener un valor global como enfoque para la ansiedad y otros trastornos. Pensar en lo que puedes y no puedes controlar, y por qué no debes temer lo último, puede ayudarte a permitirte experimentar tus pensamientos, acciones, sensaciones y comportamiento de maneras más satisfactorias.

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Acerca de
Susan Krauss Whitbourne Ph.D.

La Dra. Susan Krauss Whitbourne, es profesora emérita de ciencias psicológicas y del cerebro en la Universidad de Amherts, Massachusetts . Su último libro es The Search for Fulfillment.

Más de Susan Krauss Whitbourne PhD, ABPP
Más de Psychology Today
Más de Susan Krauss Whitbourne PhD, ABPP
Más de Psychology Today