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Verificado por Psychology Today

Motivación

¿Quién es responsable por el éxito escolar de los niños?

Ayudar a los niños a apropiarse de sus objetivos y elecciones.

Los puntos clave

  • Reconocer su poder para lograr cambios en sus vidas puede ayudar a los niños a desarrollar confianza.
  • Que los adolescentes asuman su responsabilidad puede ayudarlos a sentirse empoderados cuando tienen éxito.
  • Los niños necesitan poder fallar a veces para aprender la importancia de superar los desafíos.

Solía ser que cuando a un niño le iba mal en la escuela, los padres se reunían con el maestro para discutir cómo su hijo podría mejorar. Hoy en día, la discusión podría centrarse en cómo puede mejorar el profesor. Parece que cada vez más padres ven la escuela como el problema en lugar de la cantidad de esfuerzo que invierten sus hijos.

Los padres quieren que sus hijos tengan éxito y sean felices al lograrlo. Lamentablemente, es posible que esos dos deseos no siempre sean congruentes en el corto plazo. Seamos realistas: ir al colegio año tras año no es precisamente la actividad ideal del niño. No pretende ser divertido todo el tiempo. La escuela está diseñada para brindar a los niños una educación básica. Esta educación incluye la socialización y la comprensión de las expectativas sociales, así como la lectura, la escritura y la aritmética. Todo esto está diseñado para ayudarles a comprender los beneficios de una educación para impulsarlos a convertirse en adultos exitosos. Cuando los niños tienen dificultades para tener éxito en clase, a menudo los padres dirigen su ira hacia los maestros.

Si bien algunos profesores son claramente mejores que otros, la conclusión es que la mayoría de ellos quieren que a sus alumnos les vaya bien y están interesados en el éxito de los niños. No ayuda cuando los padres culpan a los maestros por las dificultades de su hijo y el niño comienza a internalizar que si no les va bien, no es su culpa.

Cambios en la perspectiva

El cambio que ha ocurrido en nuestra sociedad es que los padres a menudo han dejado de centrarse en ayudar a sus hijos a estar a la altura de las circunstancias para que puedan tener éxito y, en cambio, han culpado a los maestros y al sistema escolar por fallarles. Al transferir la responsabilidad del niño a los maestros, es posible que los padres no sientan la necesidad de desafiar a sus hijos a trabajar más duro. Si la razón por la que tienen dificultades es “culpa del maestro”, entonces ¿por qué esperaríamos que hicieran algo diferente? Después de todo, si el problema es del profesor, no de ellos, es el profesor el que necesita modificar su comportamiento. Como resultado, el niño puede aprender que cuando le va mal en algo no es su problema porque es culpa de otra persona.

Esto puede tener un efecto perjudicial en un niño porque aprende que otros son responsables de su éxito o fracaso y que no están a cargo de ello. Es importante que los niños aprendan a ser responsables tanto de sus éxitos como de sus fracasos. Por supuesto, a veces hay situaciones en las que la culpa es de otra persona; sin embargo, si al niño se le hace creer principalmente que otros son la razón por la que no ha tenido éxito, es posible que se sienta impotente para lograr sus objetivos. Como resultado, esto puede obstaculizar su motivación y el “fuego en su estómago”, lo que puede dañar su capacidad para luchar por las cosas que les importan. ¿Cómo se supone que van a creer en su propia capacidad para lograr sus objetivos si las cosas que se interponen en su camino son siempre culpa de otra persona?

Reconocer las propias habilidades

Es importante que los niños se apropien de sus metas y aspiraciones. De esta manera, pueden empezar a reconocer que tienen el poder de hundirse o nadar, en lugar de hacerlo fuera de ellos mismos. Cuando son capaces de superar los desafíos y realmente salir adelante, ganan confianza en su propio poder. Aprenden que tienen la capacidad de superar sus luchas y, de hecho, tener éxito en lo que intentan lograr.

Los niños que aprenden que vale la pena trabajar por las cosas que quieren y que sus esfuerzos son importantes tienen más probabilidades de convertirse en adultos exitosos. Esta conciencia puede ayudarlos a enfrentar la adversidad y superarla en lugar de alejarse de ella. De esta manera aprenden a ver los desafíos como algo que deben superar, en lugar de ser detenidos por ellos.

Todos queremos criar niños que puedan navegar con éxito en nuestra sociedad. Parte de su crecimiento es asegurarse de que comprendan que tienen el poder de trabajar para lograr lo que quieren y que pueden hacerse cargo de sus esfuerzos. Establecer metas, tener expectativas sobre ellas y ayudarlos a ver su propio poder son pasos hacia la madurez y convertirse en adultos exitosos.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
David Schwartz LMFT

David Schwartz, es maestro en terapia matrimonial y familiar que trabaja con adolescentes, adultos, parejas y familias en Westlake Village, California.

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