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El pene de un hombre es una preocupación objetiva para el coito solo en el caso del síndrome del pene pequeño. De hecho, el pene erecto promedio es mucho más pequeño de lo que se pensaba hasta ahora y los hombres se preocupan debido a la información errónea sobre el tema.
Durante años, los libros médicos informaron que el pene erecto promedio era de 14.8 cm de largo, lo que llevó a muchos hombres a preocuparse por su tamaño. Sin embargo esta medida, fue el resultado de la automedición, que es notoriamente poco confiable.
La investigación basada en la medición real sugiere que el pene erecto promedio tiene 13.2 cm de largo. Eso es mucho más corto que las manos de la mayoría de las personas, medidas desde la muñeca hasta el extremo del dedo medio.
Las mujeres ocasionalmente se quejan de un pene pequeño. Laura expresó recientemente sus preocupaciones de la siguiente manera:
“Estoy de cabeza por mi marido, tenemos una relación increíble. Pero desde el principio, cuando empezamos a salir, me di cuenta de inmediato que en realidad no hacíamos click cuando se trataba de asuntos sexuales. Creo que podría tener algo que ver con el hecho de que el tipo con el que estaba antes que él era mucho ... eh .... más grande.”
Laura bien puede estar juzgando mal el tamaño del pene de su marido, dado su reciente encuentro sexual. Pero no todos los hombres son iguales. Entonces, por supuesto, es posible que su problema sea real.
Cuando ocurre, la cuestión del tamaño,es difícil de tratar. Los hombres no pueden (fácilmente) cambiar la forma en que la naturaleza los creó. Los dispositivos de extensión del pene, como Andropenis y la cirugía de extensión del pene conllevan inconvenientes y riesgos significativos. Por lo tanto, si el tamaño es un problema, el truco es encontrar maneras de compensar la falta de volumen sin intervención médica. En la mayoría de los casos, la elección de la posición sexual puede compensar la falta de tamaño.
El principal problema con un pene pequeño es que no se puede obtener una penetración profunda tan fácilmente. En ese caso, la solución puede ser posiciones que permitan una entrada más profunda, por ejemplo:
- La posición del misionero, pero con una gran almohada debajo de la parte inferior de la mujer.
- Estilo perrito con las piernas de la mujer juntas.
- La mujer acostada boca abajo con las piernas juntas y el hombre entrando por detrás con sus rodillas fuera de las piernas de la mujer.
O puedes experimentar con el sexo anal. El ano es mucho más apretado que la vagina. Que sea pequeño es probablemente una ventaja cuando se trata de entrar por la puerta trasera.
Finalmente, debe mencionarse que no a todas las mujeres les excita un pene grande. Algunas están aterrorizadas por la idea de un miembro muy largo. Y en términos de satisfacción, la circunferencia o el grosor de un pene importa mucho más que la longitud. Para muchas mujeres, sentirse "llenas" es mucho más importante que ser penetradas completamente , especialmente porque las partes más anteriores de la vagina tienen terminaciones nerviosas que no se encuentran al fondo de la misma.
Berit "Brit" Brogaard es la autora de On Romantic Love
A version of this article originally appeared in English.
