Relaciones familiares
¿Por qué aumentan los conflictos familiares en Navidad?
7 consejos para evitar el drama familiar.
26 de diciembre de 2023 Revisado por Michelle Quirk
Los puntos clave
- Las rivalidades, los rencores y las tensiones familiares pueden reavivarse durante las fiestas.
- Las causas de las crisis familiares durante las fiestas incluyen el agotamiento, los excesos y la regresión.
- Las formas de mantener la paz incluyen llegar descansados, dejar el alcohol y tomar aire.
![Karsten Winegeart/Unsplash Karsten Winegeart/Unsplash](https://cdn2.psychologytoday.com/assets/styles/article_inline_half_caption/public/field_blog_entry_images/2023-12/karsten-winegeart-nCk-Pb0Lll8-unsplash.jpg?itok=q1o4G0Wq)
Tener un hogar para pasar las fiestas puede parecer un sueño, pero puede ser una pesadilla para algunas familias.
Las peleas, las discusiones y, a veces, los altercados físicos pueden descarrilar rápidamente el espíritu navideño. A principios de este año, una amiga informó sobre una pelea de empujones entre sus dos tíos que resultó en que la mesa de la cena de Acción de Gracias se volcara, con comida y todo.
Así es, con comida y todo.
¿Qué causa tanta tensión emocional durante las vacaciones en algunas familias?
3 Razones clave para las explosiones familiares durante las fiestas
En los círculos de recuperación en Estados Unidos, las seis semanas entre Acción de Gracias, Navidad y Nochevieja a menudo se denominan la “Trifecta navideña” o el “Triángulo de las Bermudas de recuperación”, un momento en el que las habilidades de afrontamiento se estresan y hay una mayor probabilidad de recaer en conductas destructivas.
He aquí por qué se podrían experimentar mayores niveles de estrés:
1. Agotamiento
Los días festivos son los días de viaje más concurridos del año, lo que genera aeropuertos abarrotados, camiones abarrotados, retrasos en los vuelos, embotellamientos y concesionarios de alquiler de automóviles agotados. Es posible que te encuentres durmiendo en el suelo del aeropuerto, haciendo largas colas para ir al baño o compartiendo el coche con un tío con problemas de higiene o una tía bipolar no medicada.
Es posible que tus nervios se disparen cuando llegues a casa de tu familia. Agrega muy poco sueño y compras de último momento y se estará cocinando una crisis emocional a gran escala.
2. Regresión
Para algunas personas, regresar al hogar de su infancia es como regresar a la escena de un crimen. Cualquiera que sea el trauma que hayan experimentado durante la infancia, como el divorcio o el abuso, es posible que les inunden los recuerdos infelices de la infancia.
Para empeorar las cosas, una vez en compañía de padres y hermanos, se produce una regresión emocional, lo que provoca que resurjan comportamientos infantiles inmaduros, como la rivalidad, la competencia, los rencores, las tensiones y los resentimientos profundamente arraigados. Incluso con años de terapia, un reunión familiar problemática sigue siendo difícil de tolerar.
3. Demasiada indulgencia
Desafortunadamente, las vacaciones tienden a ser una época de excesos. Las prácticas dietéticas se desechan y el comer en exceso ocupa su lugar. Agrega el consumo de alcohol o drogas en reuniones familiares y, bueno, ya te imaginarás. Las sustancias que alteran el estado de ánimo provocan falta de juicio, toma de decisiones erróneas y fallos en el control de los impulsos.
Cómo evitar los conflictos familiares en las fiestas
Para evitar que un drama familiar escalado, considera estas sugerencias:
- Evita el alcohol: puede tener resultados negativos beber en exceso en las reuniones familiares.
- Descansa antes de llegar: toma una siesta, reserva un hotel la noche anterior y llega con un buen descanso.
- Toma descansos: sal a caminar, toma aire fresco, despeja tu mente, especialmente si te sientes irritable.
- Aléjate de los conflictos: se debe evitar la política y otros temas candentes.
- Evita detonadores: no es el momento para procesar recuerdos familiares sensibles.
- Ten un plan de escape: si todo sale mal, escapa y ten un plan para irte temprano.
- Come moderadamente: comer por estrés te hace odiarte y resentir a sus anfitriones.
A version of this article originally appeared in English.