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Verificado por Psychology Today

Sexo

Por qué algunos perros muerden a otros perros

Si un perro muerde a otro perro depende de su tamaño, sexo y estado de esterilización.

Los puntos clave

  • Sin considerar la raza de un perro, el tamaño, la edad y el sexo están asociados con la probabilidad de que muerda a otros perros.
  • El sexo de un perro predice la seriedad de la mordedura del perro y qué parte del cuerpo de la víctima es atacada.
  • El hecho de que un perro esté esterilizado o castrado está relacionado con la probabilidad de que muerda agresivamente a otro perro.
Steve Baker/Flickr
Source: Steve Baker/Flickr

La mayoría de las investigaciones sobre la agresión canina se han centrado en las circunstancias y situaciones en las que los perros atacan a las personas. Las razones son obvias ya que generalmente lo que más nos preocupa es la seguridad de los humanos en nuestra sociedad. Sin embargo, los perros a veces son agresivos con otros perros, y los ataques de perro a perro pueden tener consecuencias graves, incluso fatales, para el perro que ha sido atacado.

Esos pocos estudios que han analizado perros que muerden a otros perros se han concentrado principalmente en factores fisiológicos y genéticos, aunque algunos otros se han centrado exclusivamente en la raza y el entrenamiento porque estaban preocupados por los animales involucrados en actividades ilegales de peleas de perros. Sin embargo, un nuevo estudio de la República Checa nos brinda una instantánea de las características de los perros de la familia que muerden a otros perros, no solo en encuentros al aire libre sino también en su hogar.

El nuevo estudio

Esta investigación más reciente sobre la agresión canina proviene de un equipo de investigadores encabezado por Lenka Pillerova de la Universidad de Mendel en Brno, República Checa. En algunos aspectos, sigue el patrón de la investigación sobre delincuentes humanos, donde se recopila información sobre delincuentes conocidos, especificando las características del individuo, la naturaleza del delito y el impacto del delito, sin profundizar en los factores motivacionales o las circunstancias desencadenantes. En otras palabras, intentar responder a las preguntas de quién, qué y dónde, pero no por qué.

Los nuevos datos se recopilaron en tres clínicas veterinarias en el sur de Moravia. La población de estudio consistió en 347 perros que se sabe que han mordido a otros perros. Los dueños de estos perros mordedores fueron entrevistados directamente por los miembros del equipo de investigación. La información recopilada incluía datos demográficos básicos como la edad, el sexo, el estado de castración del perro que mordió y también la ubicación de las mordeduras en el perro víctima (cabeza, cuello, tronco o extremidades).

Los análisis estadísticos fueron bastante complejos e involucraron modelos logísticos; sin embargo, los principales resultados se describen fácilmente y hubo algunos hallazgos interesantes.

Tamaño y sexo

Teniendo en cuenta los incidentes de mordeduras fuera de su propio hogar, casi las tres cuartas partes de los perros mordedores eran machos, lo que confirma otros estudios que sugieren que es más probable que los perros machos estén involucrados en incidentes agresivos. También se dio el caso de que los perros víctimas tenían más probabilidades de requerir tratamiento médico cuando eran mordidos por perros machos que por hembras.

Como era de esperar, la mayoría de los perros que mordían eran adultos, y los cachorros y los perros mayores representaban solo un pequeño porcentaje de los mordedores. El tamaño de un perro era un factor importante. Los perros grandes representaron el porcentaje más alto de mordedores (57 por ciento) y los perros pequeños el porcentaje más bajo (15 por ciento) de agresores.

El efecto de la esterilización

En este estudio, si el perro fue esterilizado o no parece desempeñar un papel importante. En la población de perros mordedores, solo el 4 por ciento de las hembras habían sido esterilizadas. Aún más dramático, solo la mitad del 1 por ciento de los perros machos que mordieron a otros perros fueron castrados.

Para las mordeduras que ocurrieron fuera de su propia casa, el objetivo más común fue el cuello de la víctima (42 por ciento), seguido del tronco (35 por ciento). Sin embargo, el objetivo de las mordeduras depende del tamaño y el sexo del perro que muerde. Los perros más grandes tienen más probabilidades de morder la cabeza y las hembras, independientemente de su tamaño, también tienen más probabilidades de apuntar a la cabeza de su víctima.

Un hallazgo práctico

Quizás el hallazgo más significativo, en términos de implicaciones prácticas, tuvo que ver con la frecuencia con que mordían los perros que iban con correa frente a los que iban sueltos. El uso de una correa parece reducir significativamente la probabilidad de agresión de perro a perro. Este estudio encontró que el 79 por ciento de los perros involucrados en incidentes de mordeduras fuera de su propia casa estaban desatados.

Algunos psicólogos han especulado que el perro ve la correa como una extensión de la mano de su dueño. Esto parece confirmarse por el hecho de que es más probable que los perros sean obedientes y estén bajo control cuando están atados, incluso si la correa no ejerce fuerza o presión en ese momento. Con base en estos nuevos datos, parecería que si existe alguna preocupación de que tu perro pueda ser agresivo con otros perros, la mejor prevención podría ser el simple acto de enganchar la correa en el collar antes de llevarlo afuera a caminar.

Derechos de autor SC Psychological Enterprises Ltd. No puede ser reimpreso o republicado sin permiso.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Stanley Coren PhD., DSc, FRSC

El Dr. Stanley Coren, Miembro de la Royal Society en Canadá, es profesor de psicología en la Universidad de British Columbia.

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