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Los puntos clave
- Los gritos humanos comunican emociones a través de una calidad acústica única.
- Esta cualidad áspera y chocante es perceptivamente aversiva.
- La música de miedo en las películas de terror explota esta misma cualidad.
Con la celebración de Halloween acercándose rápidamente, los espantosos sustos y las películas de terror son tan básicos como la relación entre viajes al dentista y el aparato rompe mandíbulas. Desde los fantasmas que se balancean por los árboles hasta los esqueletos que escapan de tumbas subterráneas, uno podría pensar que el apocalipsis zombie seguramente está cerca.
Pero, más que un vampiro chupasangre o dos, lo que realmente genera una sensación de miedo es la discordante banda sonora que acompaña a la escena de una película en la que el asesino sobrenatural caza a su presa. Si alguien duda del efecto aterrador que puede evocar el caos musical, simplemente debe recordar la música chirriante durante la escena de la ducha en Psycho. ¿Por qué la música de las películas de terror en particular parece hacer que se nos erice el pelo en la nuca colectiva?
El factor miedo
En una palabra, emoción humana. O al menos la emoción comunicada por un grito humano. La música que a menudo acompaña a las escenas de películas de terror se describe comúnmente como algo similar a un grito y parece que es específicamente esta cercanía acústica a cómo suenan los gritos humanos lo que ayuda a empujar un sonido hacia un territorio que induce al miedo.
Inspirado por un campo llamado etología (o el estudio del comportamiento animal) para observar cómo la música imita las vocalizaciones humanas como el llanto o los gritos para desencadenar una respuesta emocional, un estudio de 2020 de Trevor, Arnal y Frühholz exploró los patrones acústicos detrás de la música utilizada en películas de terror que las hacían más aterradoras y alarmantes que otros patrones de sonido.
Usando una medida llamada espectro de potencia de modulación (o EMP) que cuantifica la porción de espacio acústico que se escucha como 'aspereza', los investigadores encontraron que los gritos humanos usan un rango de EMP similar a otros sonidos de señalización de peligro como alarmas o sirenas. Los sonidos que exhiben esta calidad áspera tienden a provocar una reacción aversiva en los seres humanos, así como a desencadenar una mayor respuesta neural subcortical.
Solo añade música asesina
Para investigar cómo ese disgusto auditivo se relaciona con la reacción de la gente a las películas de terror, los investigadores analizaron si la música similar a un grito extraída de películas de terror, del tipo que suena justo cuando el asesino abre la puerta del armario donde se esconde la víctima, tenía un efecto similar en la medida de la aspereza a los gritos humanos.
Resulta que tanto los gritos humanos como la música de miedo palpitante utilizan un rango de EMP significativamente más alto que los sonidos que no son gritos o la música que se reproduce durante escenas que no provocan terror. Esto sugiere que la música que acompaña a las escenas más aterradoras de las películas imita acústicamente la calidad de aspereza que emiten los humanos cuando gritan.
El sonido del peligro
Escuchar esta música aterradora provoca una respuesta de miedo aversiva porque causó tanto una mayor excitación como una valencia emocional más negativa entre los participantes, al igual que los gritos. Aún así, encontraron que los gritos puntuaban más alto en la medida de MPS que incluso la música similar a un grito, lo que sugiere que los gritos reales transmiten un peligro potencial más que la música siniestra y tienden a inducir una reacción mayor.
Entonces, al final, el sonido más aterrador puede no ser la música chirriante cuando el asesino poseso aparece repentinamente en la pantalla, sino los gritos aulladores que escapan de aquellos atrapados mirándolo.
A version of this article originally appeared in English.
