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Verificado por Psychology Today

Atención

Dos palabras para acabar con tus hábitos tóxicos

Sí, puedes deshacerte de los hábitos tóxicos. La neurociencia muestra cómo.

Todos somos criaturas de hábitos. Entonces, antes de entrar en las dos palabras que son lo suficientemente poderosas para romper con los hábitos tóxicos, dediquemos un momento a explorar por qué los hábitos son tan fáciles de crear y difíciles de romper.

Renjith Krishnan/FreeDigitalPhotos
Say Enough to Annoying Habits!
Source: Renjith Krishnan/FreeDigitalPhotos

La investigación en el campo de la psicología del comportamiento ha demostrado durante mucho tiempo la facilidad con la que podemos volvernos condicionados y habituales en nuestras tareas. Desde la perspectiva de la ciencia del cerebro, en realidad hay una muy buena razón para esto.

Básicamente, es más fácil para el cerebro tener un hábito que pensar realmente, porque pensar requiere más energía. En este sentido, los hábitos son útiles. Imaginemos, por ejemplo, lo difícil que sería conducir un automóvil si cada vez que nos pusiéramos al volante fuera como la primera vez.

Por otro lado, los hábitos son difíciles de cambiar porque el área de hábitos del cerebro (conocida como cuerpo estriado) es algo que compartimos con los reptiles, y esta parte más antigua del cerebro funciona de una manera muy automática e inconsciente.

Es por eso que el comportamiento se forma rápidamente mediante elecciones repetitivas. En cierto sentido, esto crea tu karma, una palabra sánscrita que significa aproximadamente el efecto de tus acciones. El lugar donde pones tu atención, las decisiones que tomas e incluso los pensamientos en los que te concentras, todo genera una impresión. Un número suficiente de impresiones crea una fuerza de hábito, que es muy opuesta a la reflexión, y al libre albedrío que la acompaña.

Ahora, nos estamos acercando a las dos palabras mencionadas en el título: atención volitiva. Ahora, si bien las palabras atención volitiva no se forman con facilidad en la lengua, son fundamentales para redirigir las viejas conductas cerebrales. Lo que estas palabras significan es que necesitas emplear energía, tu fuerza de voluntad mental, y prestar atención al hábito y con lo que quieres reemplazarlo.

Por supuesto, no todos los hábitos son malos. También hay buenos hábitos, como hacer ejercicio y comer bien. Pero en el momento en que se apaga el piloto automático, elegir en su lugar utilizar la Atención Volitiva, es similar a un láser, inmediatamente provoca un cortocircuito e inhibe el hábito.

En su versión abreviada de Los Principios de la Psicología, el visionario William James escribió: "El esfuerzo voluntario es esfuerzo de atención". Significa que necesitamos emplear nuestra fuerza de voluntad para dirigir la atención hacia adentro y encontrar lo que es beneficioso. No es de extrañar que exista un fuerte vínculo entre la meditación y esta capacidad de valoración interior y reflexiva, a menudo denominada metacognición, y que se muestra en la investigación para mejorar la conciencia introspectiva.

Lo que hace que esto sea posible es que ha activado el módulo de reflexión y relación del cerebro. Este es un término que acuñé en mi libro, Simply Mindful para describir la corteza prefrontal, un área altamente integradora del cerebro ubicada detrás del borde de las cejas que es responsable de la comprensión, la empatía e incluso el sentido del yo.

Una vez que tu módulo de reflexión y relación esté en línea, podrás acceder a tus valores y tomarte el tiempo para discernir y evaluar cómo un hábito en particular es beneficioso o dañino. ¿Tu próxima acción realmente se alinea con la persona que quieres ser? Hacer una pausa para reflexionar te permite crear hábitos nuevos y más positivos conscientemente .

Ten en cuenta que reducir el daño y ver la verdad de las cosas es el propósito clave de la atención plena. ¡Simplemente darte cuenta de las cosas usando la consciencia sin juzgar solo te lleva a la mitad del camino! Posteriormente necesitas discernir y evaluar lo que estás notando. Solo entonces podrás tomar decisiones sabiamente que reduzcan el daño hacia ti mismo y a los demás moviéndote a sabiendas en otra dirección. Este es un ejercicio real de libre albedrío y el poder de la Atención Volitiva.

Ahora, podrías preguntarte: ¿es esto difícil de hacer?

La práctica de hacer una pausa y reflexionar no es muy diferente de ir al gimnasio y hacer ejercicio, excepto que este ejercicio energiza la corteza prefrontal del cerebro. Te da la capacidad de generar una fuerza de voluntad genuina que puede vetar la negatividad, mientras practicas hábitos que engendran felicidad y salud.

Si realmente deseas moldear y esculpir una vida con sentido, debes aplicar atención e intención enfocadas, que son los cimientos de la fuerza de voluntad.

Breve práctica para construir Atención Volitiva

El poder de remodelar tu vida y tus hábitos está a tu alcance ahora mismo. Como demostración, intentemos un breve experimento que literalmente volverá a entrenar al cerebro para reflexionar. Para hacer esto, me gustaría que volvieras tu atención hacia adentro por unos momentos mientras reflexionas sobre las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es una elección que tomé que podría haber sido afectada positivamente si primero me hubiera detenido a reflexionar?
  • ¿Cómo sería diferente mi vida si hubiera reflexionado sobre mis valores y los hubiera puesto en práctica?

¡Felicidades! Haciendo una pausa para concentrarte y reflexionar, aunque sea por unos momentos, fortaleciste con facilidad un área clave de tu cerebro, la corteza prefrontal. Al fortalecer el módulo de reflexión y relación de tu cerebro, puedes restaurar el enfoque y la concentración perdidos, aprovechar la intención para dar forma a la vida que deseas.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Donald Altman

Donald Altman, un psicoterapeuta y antiguo monje que aparece en The Mindfulness Movie y Living Spiritual Teachers Project, es el autor del nuevo libro Travelers.

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