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Verificado por Psychology Today

Perdón

7 Señales de que alguien tiene integridad

Hay ejemplos por todas partes, solo necesitamos prestar atención.

Goodluz/Shutterstock
Fuente: Goodluz/Shutterstock

"Integridad" es una palabra que escuchamos casi todos los días, pero no es una palabra en la que pensemos por mucho tiempo. Al intentar definirla, ¿qué diríamos? Según el diccionario, la integridad es una "adherencia firme a un código de valores especialmente morales o artísticos." Dicho de otra manera, la raíz de la integridad es hacer lo correcto incluso cuando no involucra recibir reconocimiento de los demás o no es conveniente para nosotros. Un individuo con integridad es el antídoto de los intereses propios. Hay incontables ejemplos de integridad en la vida diaria, y, aún así, rara vez vemos algunos de los ejemplos destacados a continuación suceder en nuestras vidas diarias:

1. Padres disculpándose con sus hijos por castigarlos de más o gritarles.

Al igual que los animales, los niños pequeños son objetivos fáciles. Son físicamente vulnerables por su tamaño y estatura, y son emocionalmente vulnerables porque todavía no tienen la capacidad cognitiva para entender las complejidades de la vida. Cuando los padres se sienten aturdidos, la consecuencia suele ser que estallan contra sus hijos o les imponen un castigo demasiado severo. Como padre, sé lo difícil que puede ser, pero, al mismo tiempo, también sé que ofrecerle una disculpa a nuestros hijos cuando nos sobrepasamos es algo que merecen, y que es una señal absoluta de integridad. Los padres debemos poner de lado nuestro orgullo y aprender a disculparnos más seguido.

2. Jefes resaltando los logros de su equipo y minimizando los propios.

Como psicólogo practicante, me entero de historias bastante extremas en mi oficina. Con base en estas historias, el porcentaje de gerentes o jefes narcisistas, sádicos o hasta sociópatas parece estar por los cielos. Siempre que alguien tiene poder, habrá alguien cercano que está buscando arrebatárselo. Pero un jefe con integridad no es el jefe porque quiere tener poder sobre los demás, sino porque es un líder nato capaz de mantener las cosas organizadas, alguien que maneja con habilidad las situaciones complicadas. Dicho de manera sencilla, los jefes con integridad no necesitan poder porque saben que son buenos en lo que hacen y también están conscientes de que obtienen mejores compensaciones económicas que otros trabajadores. Un buen jefe hace un esfuerzo constante por apreciar las contribuciones de su equipo y por darles crédito por un trabajo bien hecho. Tristemente, rara vez vemos este tipo de comportamiento saludable y apropiado en nuestros lugares de trabajo. Necesitamos desesperadamente más integridad entre los jefes de todo el mundo.

3. Parejas románticas que boicotean los insultos y otros comportamientos atroces.

Hay que admitirlo: hay una infinidad de maneras en las que podemos maltratar a una pareja romántica. Todos los días, hay parejas nuevas y viejas, ricas y pobres, de hombres y mujeres que son groseras entre sí. En el extremo más distorsionado del espectro están los abusadores sexuales y físicos; del otro lado del espectro están los que insultan, los del tipos enojón pasivo-agresivo. (La infidelidad es un asunto complejo que requiere su propio análisis.) Ningún estudio psicológico sería capaz de revelar el porcentaje de relaciones que incluyen comportamientos malvados por debajo del agua. Pero, existen las parejas que pelean pero nunca lo hacen injustamente, que discuten pero se detienen antes de empezar a insultarse. Estas parejas, que pueden tener problemas entre sí pero siguen logrando mostrar su nivel de humanidad y amabilidad están compuestas por parejas románticas que muestran integridad en su vida diaria. Todos deberíamos observarlas y aprender de ellas.

4. Los conductores que (casi) nunca tocan el claxon o manejan agresivamente.

Todos compartimos las calles, sin importar cuán molesta nos parezca esa realidad. La manera en la que conducimos dice mucho de nosotros: es la manera en la que tratamos a la gente que conocemos; la manera en la que manejamos el enojo, y hasta qué punto nos sentimos con derecho sobre los demás. Tal vez nos gustaría creer que alguien que conduce lentamente o sin agresividad simplemente está menos ocupado que nosotros, pero conducir de una manera cooperativa que es atenta a los demás conductores en realidad es una muestra de integridad. Intentemos practicarla más cuando estemos detrás del volante.

5. La gente en posiciones de poder disculpándose por hacer esperar a su audiencia cautiva.

Cuando alguien se siente importante por tener más poder que la mayoría de la gente a su alrededor, usualmente se toma a sí mismo demasiado en serio y no toma en cuenta los sentimientos de los demás. Estoy hablando de los pesos pesados en compañías que no se disculpan por hacer esperar mucho a los aspirantes a tener un empleo en su compañía, ya sea el día de la entrevista o durante los largos periodos entre la entrevista y la notificación de si consiguieron o no el empleo. También podría estarme refiriendo a médicos que dejan esperando a un cuarto lleno de gente por mucho tiempo después de la hora acordada. Todos los días, la gente en posiciones de poder, saboreando su poder, se niegan a reconocer cómo infringen en el tiempo y necesidades de la gente que depende de ellos. ¿Cuándo fue la última vez que un médico llegó a la sala de análisis y reconoció el tiempo que nos hizo esperar? Nunca he escuchado a un doctor decir, "lamento haberlos hecho esperar", o "gracias por la espera, sé que están ocupados." No hay ninguna duda, en situaciones en las que el poder no está balanceado, la persona con poder que se disculpa con quien no lo tiene está mostrando integridad pura.

6. Cualquiera que le de a otra persona el beneficio de la duda cuando las circunstancias no están claras.

La vida moderna es más demandante y acelerada que nunca, y padecemos de estrés constantemente. Cuando estamos estresados, tenemos más probabilidades de ponernos a la defensiva y culpar a otros. Pero si cada uno de nosotros aprendiéramos a darle a la gente el beneficio de la duda desde el inicio, ya sea en una discusión, sobre un trabajo que no se terminó o en respuesta a retroalimentación que sugiere que alguien está hablando mal de nosotros, tendríamos mucho menos estrés en nuestras vidas diarias. Uno de los comportamientos más nobles en los que podemos participar es darle a alguien el beneficio de la duda antes de apresurarnos a juzgarlos y llenar por nuestra cuenta cualquier hueco que exista de manera negativa.

7. Voluntarios.

Como sociedad, no participamos en voluntariados tanto como deberíamos. Aún así, un puñado de hombres y mujeres hacen de los voluntariados una parte esencial de sus vidas diarias, ya sea en una iglesia, repartiendo alimentos, en refugios de animales y otras operaciones sin fines de lucro. Muestra cierto nivel de integridad ser voluntario por un día de vez en cuando para una causa, aquellos que se comprometen a posiciones de voluntariado permanentes que requieren un verdadero sacrificio de tiempo muestran una identidad sólida. Saludo a todos los padres que entrenan los equipos deportivos de sus hijos, y le aplaudo todavía más a los voluntarios que le dan servicios a su comunidad entera o a extraños menos privilegiados.

La buena noticia sobre la integridad es que no nacemos con o sin ella, lo que significa que es una virtud basada en comportamiento que podemos cultivar con el tiempo. Podemos ponernos de meta mostrar más integridad en nuestras vidas diarias y podemos llegar a esa meta practicando los comportamientos mencionados arriba, así como muchos otros que pasan desapercibidos con demasiada frecuencia.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Seth Meyers Psy.D.

El Dr. Psic. Seth Meyers, es psicólogo clínic, experto invitado en televisión, autor y experto en relaciones.

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