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Verificado por Psychology Today

Orgasmo

7 motivos por los que tu pareja no está llegando al paraíso orgásmico

Resolviendo la falta de orgasmo femenino para prevenir la libido baja

El orgasmo es la zanahoria sexual. Es el big bang de nuestro pequeño universo. Sentir deseo es exquisito pero añorar sin satisfacción al final es frustrante. Sin ella, una mujer dejará de excitarse con facilidad. Su deseo se extinguirá. Si no hay un big bang, entonces el sexo no es la gran cosa.

No estoy hablando de esas noches ocasionales en las que tu pareja te dice: “mira amor, no estoy de humor, pero con gusto te hago feliz”. En general, es la prerrogativa de una mujer decidir si quiere un clímax en esta ocasión. Es cierto que a veces las mujeres aún añoran la cercanía que viene con el coito. También es cierto que muchas mujeres no están a la par con el apetito sexual de sus parejas así que eligen un “rapidito” como manera de mantenerlo satisfecho en el ínterin de los sentimientos recíprocos más profundos.

Estas son siete razones por las que las mujeres no se vienen:

1) El orgasmo no es suficiente. Aunque esta publicación es acerca de la libido de las mujeres, hay que mencionar que ella quiere algo más que una liberación mecánica. Solo tallar los cuerpos para provocar fuego no incendia su mente. El sexo para las mujeres es holístico. También quiere una conexión emocional y espiritual y si el patrón de hacer el amor es solamente animal, es poco atractivo, deja de intentarlo y su actitud se convierte en un “terminemos con esto de una vez”.

  • Pasen tiempo de relajación juntos regularmente para compartir más que los detalles funcionales de la vida. Incluye seducción, romance e intimidad.

2) Primera vez. Si puede caminar, es muy probable que pueda llegar al clímax. La mayoría de las mujeres aprenden a llegar al clímax por su cuenta, pero algunas aún no lo hacen. En la terapia sexual, esto se suele resolver en dos sesiones o menos, simplemente explicando la mecánica del cuerpo.

  • Sienta a la mujer con la espalda sobre tu pecho y, con lubricante, pasa un buen rato ayudándola a identificar qué tipos de contacto se sienten mejor. Al principio, busca placer en lugar de orgasmo. Intenten con un vibrador externo que ella dirija, o puede hacerlo ella por su cuenta.

3) Impaciencia. Tal vez ella espera que ocurra muy pronto. Las mujeres heterosexuales se comparan con sus parejas masculinas, quienes con frecuencia llegan al clímax en alrededor de 5 minutos. La ansiedad por “recibir placer” o “tardarse demasiado” se arrastra hasta sus cabezas y evita que lleguen a una excitación ascendente. El mismo miedo de no lograrlo evita que lleguen a la cima (como les pasa a los hombres con eyaculación precoz, provocan un clímax demasiado pronto debido a la preocupación). La mujer promedio necesita 20 minutos de excitación de baja intensidad, como bailar, recibir cumplidos, desnudarse, estar acostados desnudos, en combinación con 20 minutos de estimulación contigua al clítoris.

  • Usen la solución 20/20. Dile que “se tome su tiempo”.

4) Obsesión vaginal. Solo del 15 al 20 por ciento de todas las mujeres logran llegar al clímax solo con la penetración. Alrededor del 100 por ciento de todas las mujeres pueden llegar al clímax con estimulación clitoral. Como dijo una mujer: “¡mi clítoris es el centro de mi universo!”

Los pacientes masculinos me dicen que creen que la vagina es como un pene invertido, creen que es el lugar en el que una mujer disfruta de más estimulación. Y a las mujeres sí les gusta el coito, pero la penetración por sí sola probablemente no es la manera en la que normalmente llega al clímax (pero qué afortunada si tú sí lo logras). Su punto G vaginal puede tener una sensibilidad extraordinaria, pero sin importar lo que muestren las películas o la pornografía, las mujeres no están felices con que empujes y empujes y empujes sin parar.

Los juegos previos para una mujer son el eje central, es donde ocurre la acción para ellas. Es esencial incluso para las mujeres que pueden llegar al clímax durante el coito. De hecho, “juegos previos” es en realidad un mal término porque para ella no es el preludio a una mejor parte, es la mejor parte.

  • Los orgasmos mutuos, no los simultáneos, deberían ser la meta.

5) Desinformación masculina. La mayoría de los hombres desean desesperadamente que su pareja tenga un orgasmo. Pero, algunos pueden tener la idea equivocada de que las mujeres no tienen sentimientos tan fuertes hacia el placer sexual como ellos. Un amigo mío decía que su esposa no llegaba al orgasmo y que había escuchado que algunas mujeres simplemente no lo hacían. O un hombre puede sentirse inadecuado al pensar que su pene no es suficiente. Muchos clientes masculinos me han dicho, de manera defensiva: “ninguna de mis 30 amantes anteriores necesitaban que las tocara y todas se venían” (¿necesito citar las estadísticas de mujeres que fingen tener un orgasmo?). Muchos no saben dónde está el clítoris. Muchos se basan en el porno como la mejor fuente y descartan las solicitudes de sus amantes por más contacto y suavidad. Casi ninguno de mis clientes masculinos han leído lo suficiente como para volverse competentes en los juegos previos y en lugar de eso dependen de lo que escuchan de otros hombres.

  • Intenta imaginar cómo sería tener sexo 3 veces por semana, 50 semanas al año por 12 años, solo empujando y sin clímax. No es atractivo, ¿verdad?

6) Presión. Por otro lado, los hombres pueden sentir que el orgasmo de ella es una marca de honor para él. Ella empieza a sentir que su pareja se decepcionará si no llega al orgasmo. Aunque sus apetitos sexuales son distintos, él le pide que sostenga un estándar imposible. Quiere tener sexo con frecuencia pero exige que ella “lo desee” tanto como él, sin aceptar puntos medios como rapiditos, sexo oral o estimulación manual como regalos de amor para satisfacer su necesidad.

Un paciente que conocí acusaba a su esposa de no amarlo, su evidencia era su incapacidad de “dejarse ir” con un orgasmo. El peso de su ansiedad mutua lo llevaba a terminar sus sesiones de hacer el amor de manera prematura diciendo enojado: “me dí cuenta que no estabas en ello”. Se volvió un patrón tóxico y dudo que muchas mujeres podrían haber llegado al clímax bajo su mirada molesta y observadora.

  • Puede que sea necesario ir a terapia para resolver estos patrones problemáticos. (Puedes encontrar a un psicólogo cerca de ti en el directorio de Psychology Today)

7) Medicina y menopausia. Los antidepresivos, especialmente de la clase ISRS (como Prozac, Zoloft, Celexa), disminuyen el deseo y la habilidad orgásmica en las mujeres. Incluso los hombres con el beneficio de anular la testosterona pueden batallar de manera similar con estos medicamentos. Las pacientes de cáncer de mama son arrojadas instantáneamente a la menopausia con quimioterapia y con frecuencia no se les permite tomar estrógeno para contrarrestar las vulvas y vaginas secas; incluso el contacto puede ser doloroso.

Los cambios hormonales normales con la edad pueden ocasionalmente dificultar los orgasmos. Si toda la estimulación del mundo no puede hacer que llegue ahí, su impulso para intentarlo disminuye.

  • Los vibradores no son juguetes, sino herramientas esenciales en estas situaciones. Toma el control asertivo de tu salud sexual y consume los medicamentos necesarios para remediar los problemas. La buena noticia es que la mayoría pueden remediarse.

El libro Desear sexo de nuevo, de Laurie está disponible en Amazon.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Laurie J Watson PhD, LMFT, LPC

Laurie Watson es terapeuta sexual certificada por AASECT y locutora del podcast FOREPLAY - Radio Sex Therapy en iTunes. Da conferencias en las escuelas de medicina Duke y UNC y se le puede encontrar en AwakeningsCenter.org.

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