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A la mayoría de nosotros no nos gusta la confrontación, pero es un hecho de la vida que no podemos huir para siempre. Tenemos que afirmarnos a nosotros mismos, nuestros límites y nuestras necesidades y otros tienen que hacer lo mismo con nosotros.
Hay un millón de maneras terribles de expresar tu frustración. Aquí presento cómo hacerlo con una mejor inteligencia emocional para obtener los resultados que realmente deseas.
El papel de la ira
La ira, tanto directa como indirecta (o pasiva), es para comunicar algo importante. Pero también puede alejar a la gente. Lo que realmente quieres es conectarte y ser escuchado, pero cuando la ira está involucrada, el resultado es a menudo todo lo contrario. La agresión en cualquier forma es el mayor impedimento para la comunicación emocionalmente inteligente.
La gente a menudo piensa que la comunicación pasivo-agresiva es de alguna manera mejor o “más agradable”. No es así. De hecho, en realidad puede ser peor. Desafortunadamente es a lo que muchas personas recurren, en su propio perjuicio. Los franceses tienen una maravillosa expresión para la agresión pasiva: sous-entendu. Significa “lo que se entiende por debajo”. En otras palabras, estás diciendo una cosa que suena inocente, pero realmente significa otra que en realidad puede ser bastante viciosa. Si estás buscando una conexión verdadera y significativa con otra persona, necesitas una mejor estrategia.
¿Cómo se ve la agresión pasiva en la práctica? Es un golpe indirecto a alguien que lo dice todo. Twitter es rampante con esto. Cuando la modelo Chrissy Teigen salió a cenar con su esposo John Legend poco después de tener un bebé, fue etiquetada por los seguidores como una mala madre. Algunos twits fueron directamente agresivos, otros pasivo-agresivos, como este:
La investigación muestra que un estilo de comunicación hostil aleja a las personas: si eres agresivo o pasivo, la gente va a reaccionar negativamente. Se sentirán incómodos, no entenderán lo que está pasando y querrán alejarse de ti.
He aquí cómo puedes comunicar la ira sin destruir tus relaciones.
Se percibe que algunas culturas tienden a ser extremadamente directas, por ejemplo, los neoyorquinos. Lo que ves es a menudo lo que obtienes. Si vienes de un entorno donde las personas no tienden a comunicarse de esta manera, un estilo de comunicación directa puede parecer duro y grosero.
Otras culturas son vistas como más indirectas. Muchos perciben el estilo de comunicación francesa como típicamente pasivo-agresivo. En algunas partes del sur o el oeste medio de los Estados Unidos, la propiedad se valora por encima de la franqueza. La gente tiende a actuar de manera más agradable. Sin embargo, donde la cultura tiende a valorar más ser “agradable” , también hay que manejar más el “hielo” .
Sin embargo, fundamentalmente, ninguno de estos enfoques necesariamente lleva a los resultados constructivos que deseas.
Cuando estás enojado, necesitas expresarlo. Pero los comportamientos agresivos y pasivos-agresivos alejarán a las personas de ti. Esto es lo que debes probar en su lugar:
1. Sintoniza lo que realmente está pasando y hazte consciente de ti mismo.
Si estás trinando, espera. Aunque tendrás prisa por repartir tu frustración (directa o indirectamente) en la cara de alguien, o en un mensaje de texto o correo electrónico, tu comunicación no saldrá bien. Cuando estamos enojados, eso es todo lo que podemos pensar: nuestro cerebro es secuestrado. Sabemos que cuando los centros emocionales del cerebro están muy activos, tenemos más dificultades para pensar lógicamente. Enfría tus llamas y verás más claramente y te comunicarás de manera más efectiva. Respira, da un paseo, distráete con una película divertida, medita, haz ejercicio, reza - cualquier cosa que te ayude a recuperar la compostura y la perspectiva.
2. Entiende tu emoción.
Averigua si estás realmente enojado. Tal vez solo estás triste o herido. A menudo pensamos que estamos frustrados con una persona o situación, pero la situación real es que estamos sintiendo dolor, rechazo o tristeza. Una vez que descubras cuál es tu emoción, eso es lo que querrás comunicar en su lugar.
3. Averigua si estás dirigiendo la culpa de forma equivocada.
Es demasiado fácil culpar a una situación o persona por cómo nos sentimos. Tienes hambre, estás cansado, con exceso de trabajo, estresado o infeliz en tu matrimonio, y luego le asignas toda la culpa a la primera persona o situación que encuentres; probablemente alguien cercano a ti. En el proceso, alejas a las personas que más amas - empeorando aún más las cosas. Además, todavía estás frustrado, ya que no eran la verdadera causa de tu enojo.
4. Sé curioso.
Centrarte en por qué estás enojado, triste o frustrado te mantiene enfocado en ti mismo. La investigación muestra que las emociones negativas nos hacen egocéntricos. No hay espacio para la perspectiva de otra persona, porque estás muy encerrado en tu propia visión de las cosas. Probablemente ni siquiera estés considerando lo que puede estar pasando con la otra persona. Aquí es cuando necesitas traer una emoción muy útil: la curiosidad. Ten curiosidad sobre por qué la otra persona está actuando de cierta manera. En lugar de confrontarlos, pregúntales con genuino interés por qué están haciendo lo que están haciendo. La mayoría de nosotros no actuamos con malas intenciones, pero muchos de nosotros cometemos errores y lastimamos o enojamos a otros accidentalmente. Lo más probable es que la persona con la que estás enojado no esté tratando deliberadamente de hacerte daño. Trata de entender antes de culpar.
5. Ten compasión.
Cuando haces espacio para el punto de vista de otra persona y preguntas "por qué", en lugar de simplemente asumir lo peor, estás invitando a que se produzca una verdadera comunicación y mostrando respeto y consideración por el derecho de la otra persona a pensar, sentir y actuar de cierta manera. El resultado: desarrollas comprensión y una relación más profunda basada en la comunicación y la civilidad, la compasión y la empatía. Si te acercas a ellos con agresión, se sentirán a la defensiva y responderán con enojo a cambio. Por otro lado, si te acercas a la otra persona con respeto, son capaces de escuchar su perspectiva y sentirse seguros compartiendo la suya.
6. Comunicarse hábilmente.
Comparte tu perspectiva usando la palabra "yo" y hablando de cómo te sientes. Pero no te detengas allí, o permanecerás egocéntrico en tu perspectiva. Pídele a la otra persona que comparta su perspectiva e involúcrate de forma sincera con ella. Muestra interés en la perspectiva de la otra persona, y exploren juntos cómo se puede llegar a un compromiso. De nuevo, sé curioso, no acusatorio.
¿Estás tratando con alguien pasivo-agresivo en tu vida? Aquí hay algunas formas de manejar la situación:
1. Exponlos.
"¿Querías que eso sonara pasivo-agresivo?” Puede detener rápidamente a alguien de hacerlo. Atrapados con las manos en la masa, pueden apresurarse a decir: "Oh, no”. Entonces, si lo deseas, puedes investigar más para preguntarles si algo los está molestando. Invita a una conversación civil que tenga en perspectiva cómo se sienten.
2. Ignóralos.
La otra persona está tratando de validar su punto y obviamente, está siendo hostil, pero no tienes que morder el anzuelo: si puedes dejarlo ir, serás más feliz por ello.
3. Sé compasivo e indulgente.
La persona pasivo-agresiva (o agresiva) está obviamente frustrada y tensa. Ese no es un lugar cómodo o feliz para estar. Es difícil llevar tanta ira dentro de ti. Deséales lo mejor, mientras estableces buenos límites con ellos.
4. Invítalos a compartir su perspectiva y sus sentimientos.
Al hacerlo, creas un espacio para que realmente compartan lo que está sucediendo, en lugar de tener que hacer puñaladas indirectas que solo empeoran las cosas.
Para más información sobre la ciencia de la felicidad, la inteligencia emocional,y la comunicación, ve The Happiness Track (HarperOne).
A version of this article originally appeared in English.
